domingo, 15 de abril de 2012

Venerable Padre Licenciado Amador Morcillo y Granero.


Nacido en Villarrobledo (Albacete) en 1617, miembro de dos familias nobles, los Morcillo y los Granero. Fue hijo de Amador Morcillo “el viejo” y de Ana Granero.

Fue Teniente de la Iglesia de San Blas. Ejerció de director espiritual de la Venerable Sierva de Dios, María de Jesús (natural también de Villarrobledo y miembro de la 3ª orden de San Francisco), la cual se halla enterrada en la capilla de San Pascual Bailón de la Iglesia de San Francisco de Villarrobledo. En su testamento, Amador deja un Patronato y otros bienes para su familia. Fallece el 10 de octubre de 1678.

En el Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real existe un Auto y diligencias de fecha 31 de diciembre de 1711 movido por el Convento de Carmelitas Descalzas de Villarrobledo contra don Agustín Morcillo y Montejano por la tenuta del dicho patronato, en el que se incluyen una hijuela a favor de Amador Morcillo (1639), el testamento de Amador Morcillo Granero (1676), una escritura de venta a favor de Amador Morcillo (1650), cartas de pago y escritura de obligación, escritura de venta de diferentes parcelas de tierra a favor de Ana Granero, viuda de Amador Morcillo “el viejo” (1634), escritura de donación que Ana Granero hace de todos sus bienes a favor de su hijo Amador Morcillo (1641), entregas de la partición de bienes de Amador Morcillo a favor de sus herederos (1631-1632), escritura de venta a favor de Amador Mocillo “el viejo” (1626), testamento de Ana Granero (1650), escritura de venta de una casa de morada a favor de Ana Morcillo (1659) y una escritura de venta de una casa y pozo a favor de Amador Morcillo (1641).

Podemos leer una pequeña biografía que se encuentra en el libro de Fernando Ramírez de Luque  “Colección de Santos Mártires, Confesores y Varones Venerables del Clero Secular” del año 1805, tomo IV, páginas 56-58:

“ VEN.  LICENCIADO AMADOR MORCILLO GRANERO; nació el año de 1617 en Villa-Robledo de familia distinguida, cuyos padres le dieron una perfecta educación, y cayendo tan buena semilla en buena tierra, dio ciento por uno. La gran pureza de alma con que lo dotó la divina misericordia, fue un preludio de tenerlo Dios escogido para dirigir almas puras y santas: en cuyo magisterio perfeccionó la suya con la práctica de la oración, y lectura de vidas de Santos, y libros místicos. Elevado al Sacerdocio, acabó de separarse del mundo, viviendo todo dentro de sí mismo, solo para Dios, y el bien espiritual de sus próximos. Tan relevantes prendas le ganaron la veneración de todas las gentes, y su Párroco Don Diego de la Cueva no pudo hacer mejor elección, que cuando lo nombró por su Teniente mayor, para que dirigiera e ilustrara con su exemplo y doctrina la dilatada grey que estaba a su cuidad. Entregáronse en efecto muchas personas a su dirección, y lo hallaron maestro en el consejo, consumado en materias de espíritu, y muy diestro en serenar conciencias agitadas de escrúpulos. Domaba su cuerpo con ásperos silicios, ayunos y disciplinas de sangre para reducir su carne a la debida servidumbre. Vivió como en un desierto, y ya sabían todos, que no lo habían de buscar sino en su Parroquia de San Blas, o en otra iglesia, de rodillas ante el Santísimo Sacramento, o sentado osen el confesionario, o en las cárceles y casas de enfermos, consolándolos, y socorriendolos con quanto podía, igualmente que a pobres vergonzantes. Su humildad, paciencia y resignación fueron  a toda prueba: estas en las persecuciones y calumnias; y aquella en la estimación y aplausos: recibiendo en recompensa de tan sólidas virtudes, favores singulares de Dios.
Apreciaron mucho su mérito los Cardenales Arzobispos de Toledo, Moscoso, y Aragón, y otras muchas personas de nobleza y graduación eclesiásticas y seculares. Fue Confesor y Director del Beaterio (hoy Convento) de Carmelitas Descalzas, y de su fundadora la Venerable Agueda de la Natividad, manteniendo siempre aquella Comunidad floreciente en lo más elevado de la perfección, con un total arreglo a las máximas  de Santa Teresa. Llamóle pues el Señor para sí con una feliz muerte a los 61 años de edad en este día, año de 1678, con general sentimiento, por la gran falta que hacía tan insigne varón. = Padre Francisco de la Caballería, vida de la citada Venerable Madre Agueda, lib. I. cap. 10 impresa en Madrid, año de 1750.”

Importantes fueron otros miembros de la familia Morcillo en Villarrobledo, como fueron el Virrey del Perú y Arzobispo de la Plata Diego Morcillo Rubio de Auñón, su sobrino Pedro Morcillo Rubio, obispo de Cuzco y el también sobrino Alfonso Carrión y Morcillo, alcalde del Crimen de la Audiencia de Lima y Consejero de S. M. y el caballero de Santiago Antonio de Vitoria y Rubio Morcillo.